A pocos días estaba jugando al Here I Stand, juego que
refleja el compulso tiempo de Europa en el siglo XVI. El nombre de este juego
hace referencia a la cita de que el propio Lutero ante
la dieta que quería que se retractase sobre los libros que había escrito
criticando el Status Quo establecido por la iglesia. Este se negó a retractarse
de ellos porque su conciencia no se lo permitía, finalizando con su: “Aquí
estoy, no puedo obrar de otra manera, ampáreme Dios, Amén”. Y con esta frase se
opuso a la Iglesia, al Papa, a la nobleza, a doctores e incluso al propio
Emperador Carlos V.
Mientras se desarrollaba la partida y me dedicaba a
publicar con Lutero Biblias al Alemán mientras que Toni se dedicaba a quemarlas con Papa
Leo X. Me encontré preguntándome en todas estas personas que en un momento dado
de su vida deciden realizar grandes cosas por sus creencias, grandes
descubrimientos, grandes avances sociales o todos aquellos que lucharon por
algo con garras y dientes. Siempre los vemos como personas integras de ideales,
personas adultas, personas mayores. Esta última apreciación es la que más me sorprendió,
personas mayores. ¿Mayores? Puede que si cuando éramos unos jovenzuelos
idealistas alocados, ¿pero ahora?
Lutero durante la Dieta de Worms en 1520 contaba con 37 años, solo un par más
que yo actualmente. Esto hizo preguntarme si yo habría sido capaz de hacer algo
similar y la respuesta es claramente no. Pero fue el porqué lo que me sorprendió,
no me siento suficientemente adulto, mayor. Este tipo de cosas es de personas mayores,
pero resulta que yo ya soy mayor…
A raíz de esto empecé a mirar otras personalidades y a comprobar lo mayores que
eran cuando se enfrentaron a este tipo de “cosas” de mayores:
- Karl Marx publico su Manifiesto Comunista con 30 años.
- Jules Verne escribió El Viaje al Centro de la Tierra con 36 años.
- Marie Curie descubrió su primer elemento químico, el Torio con 31 años.
- Albert Einstein presento su teoría de la Relatividad por primera vez con 36 años.
- Amelia Mary Earhart cruzo el Atlántico por segunda vez, primera mujer en solitario, con 35.
- Pablo Picasso ya estaba desarrollando el Cubismo a las edad de 27.
- Ernesto Guevara durante la Revolución Cuba tenía una edad de 25 a 31.
- Mahatma Gandhi organizo su primera Marcha de la Sal a la edad de 61.
- Rosa Parks cuando se negó a ceder su asiento por no ser blanca tenía 42.
- Martin Luther King tenía 26 cuando organizo su Boicot de los Autobuses.
Estos son unos simples ejemplos, pero podría buscar muchos más pero podemos ver
que la mayoría de ellos se mueven en torno a la treintena, algunas veces más o
tras menos. Está claro que son grandes personalidades y genios. Pero también
hay muchas personas anónimas que tienen cargos importantes o de responsabilidad
en esa franja de edad. Pues los 30 y 40 son los años de madurez que marcan el ecuador
de nuestra vida.
Está claro que cada vez la esperanza de vida se alarga y por lo tanto las etapas de la vida también. Ahora vivimos una adolescencia y una juventud más largas, lo cual es posible que también nos esté haciendo madurar las lentamente. Supongo que en mi generación también habrá treintañeros con grandes cargos, con grandes ideas y revoluciones en plan Mark Zuckerberg pero en general miro a mi alrededor y veo a la mayoría de mi generación igual de perdida que yo. ¿Seriamos capaces de asumir estas situaciones?¿Simplemente no se nos han dado las oportunidades?¿O puede que nuestra madurez llegue más tarde? Yo sinceramente me planteo llevando una gran empresa, coordinando un grupo de rescate, desarrollando una complicada investigación, coordinando un movimiento social o artístico, escribiendo obras serias o cualquiera de estas situaciones “adultas” y aun las veo muy grandes para mí. Quizás solo sea la crisis de la media edad, una mala etapa o baja moral pero aun me veo muy inmaduro respecto al mundo. Pero no puedo dejar de pensar que en otras épocas de la humanidad ya podría considerarme incluso hasta viejo...
Que te voy a contar amigo, un sinfín de oportunidades se me han escapado siempre de estas manos, no sé si por falta de valor en su momento, o por la maldita falta de recursos, y en muchas ocasiones me planteo cosas similares a las que plasmas en tu rincón. Siempre me digo a mi mismo y a los más cercanos a mí, que simplemente naci fuera de época…, como si viviera en tierra de nadie.
ResponderEliminarUn gran saludo.
Respecto a lo primero creo que es la mezcla de varias cosas: miedo, falta de confianza en nuestras propias posibilidades y una pizca de suerte (que es aquella que te da los recursos, la situación propicia o estar en el lugar adecuado)
EliminarRespecto al sentimiento de estar fuera de lugar es algo que comprendo. ¿Pero de donde viene? Todos somos de generaciones muy similares, recibimos una educación mas o menos similar y vivimos en la misma época histórica del mismo país. ¿Como es posible mirar al rededor y sentirte tan fuera de lugar con los tuyos?