lunes, 20 de agosto de 2012

De Recuerdos y Música

Tras un par semanas sin mucho ánimo y con la cabeza en otros sitios, hoy decidí que ya era hora de escribir algo. Y no dejar caer de nuevo en la apatía generalizada. ¿Pero sobre que escribir? Llevo unos meses muy difuso y no tenía nada claro sobre que divagar un rato. Así que sin más idea en mente cogí mi mp3 y salí a dar una vuelta. Hace pocos días había decidió cambiar los discos de siempre por algo más variado y había cargado todas esas carpetas de música variada que llevo años acumulando en el disco duro. Una de las cosas positivas o negativas, según se vea, de tener gigas y gigas de música es que entre ellos se pierden en el olvido muchas canciones y pueden pasar años antes de que vuelvas a dar con ellas. Así que puse el modo aleatorio en el mp3 y empecé a deambular por las calles en busca de algo que me hiciera reflexionar sobre que me resultara interesante o curioso. Al rato de ir saltando de canción en canción empezó a sonar una que sin exageración hacia más de una década que no oía, esta canción era “Necesito Respirar” de Medina Azahara y de nuevo estaba recorriendo los pasillos de mi instituto. 

Era mi primer año de FP era el momento entre clases, esos 5 minutos de libertad donde ibas y venias por los pasillos, donde saludabas, pasabas por la cafetería o hacías pellas. Aquello era nuevo, raro e interesante. Me sorprendía el motivo de tener que ir de clase en clase, en vez de tener un aula propia. Nunca le encontré el sentido a esas curiosas rotaciones, excepto para las clases de prácticas o de tecnología donde necesitas materiales específicos. ¿Pero para Matemáticas, Historia, Ingles, FOL y el resto de asignaturas por que teníamos que movernos? Nunca lo supe, pero tengo que reconocer que esos minutos entre clases tenían un encanto especial. Era momento para charlar con la gente de otras clases, de pasarte apuntes, de fumar aquellos que ya fumaban o pasarte las preguntas del examen al que entrabas. Y también, por su puesto de cruzarte con chicas guapas.

 “Necesito respirar, descubrir el aire fresco. Y sentir cada mañana que soy libre como el viento”


Esta canción me trasporta a una mañana de otoño de ese primer año de en el instituto. El curso aun llevaba poco tiempo y me dirigía junto con Paco a la clase de historia. Charlábamos sobre música y a que conciertos deberíamos ir. Subimos las escaleras hacia la segunda planta y al girar a la izquierda nos encontramos el pasillo abarrotado de gente hablando, riendo y bromeando mientras disfrutaban de esos 5 minutos de libertad. Mientras nos hacíamos hueco hacia la clase al final del pasillo por nuestra izquierda paso un grupo de chicas hablando animadamente, de entre ellas una me llamo la atención. Tenía una larga melena morena y su piel aun mantenía el típico moreno veraniego urbanita. Era más o menos de mi altura por entonces y vestía una cazadora vaquera verde esmeralda. Conversaba alegremente con una chica rubia algo mayor que ella. Pasaron a nuestro lado para perderse de nuevo en la multitud de cambio de clase. No creo que aquella fuera la primera vez que nos cruzamos pero si es la que más fijamente se quedo grabada en mi memoria. Durante los siguientes dos años, nos cruzamos en multitud de veces pero nunca nos presentamos ni dijimos nada. Se acabo convirtiendo en “La Morena”, uno de mis primeros amores platónicos de juventud. En una época de dudas, curiosidad y ganas de descubrir el mundo que teníamos por delante.... 


¿Pero qué tiene que ver todo esto con la canción de Medina Azahara? Pues el tiempo pasa y tras esos dos primeros años por casualidades del azar en 3º de Fotografía acabamos en la misma clase en el turno de tarde. Una clase que al estar nosotros solos en el turno de tarde y por las circunstancias que se dieron, hicimos piña como nunca he tenido en ningún curso. Convirtiéndonos en inseparables durante los siguientes tres años. Tres años que estábamos todos los días juntos, que salíamos de marcha juntos e incluso nos fuimos de vacaciones todos juntos. Ha sido y será sin duda la mejor clase que tenido y tendré. En estos años los conocí a todos y entre ellos, incluida a La Morena, la cual se llama Cristina y a su hermana Nines, la chica rubia con la que hablaba ese día. Pasamos tres años subiendo juntos a clase charlando de nuestros problemas, nuestros sueños y compartiendo nuestros gustos. En una época que para compartir música te dejabas casetes con muchos grupos, y si alguno te gustaba muchísimo te comprabas hasta el CD para prestarlo. Entre todos esos intercambios de casetes, descubrí a Medina Azahara gracias a Cris. Fue ella primera persona a la que conoció que los escuchara, si no me falla la memoria por herencia de los gustos paternos. De esta manera esta canción quedo ligada para el resto de mi vida a esta chica y a este momento. Y aunque hace ya muchos años que no sé nada de ninguno de ellos pues, para mi pena, perdí el contacto con todos ellos. Quizás por el hecho de poner tres mil kilómetros entre nosotros y que por aquel entonces la red no fuera lo que es. Pero siempre que escuche esta canción no podre evitar volver a los que serán sin duda unos de los mejores años de mi vida y recordarlos.  


Y es que la Música tiene esa capacidad de trasportarnos, de evocarnos a personas, épocas, situaciones como ningún otra arte tiene. Supongo que a todos nos pasara igual, no lo se, pero en mi caso mis gustos musicales son una amalgama de herencias de gente que ido conociendo y situaciones que he vivido. De esta manera no puedo evitar unir las canciones a ciertas personas o épocas que han sido importantes en mi vida, reviviéndolas cuando las oigo de nuevo. Y cada vez que paso una larga temporada sin oír música me voy marchitando poco a poco y cuando la retomo de nuevo, tras el paso del tiempo, me doy cuenta que no entiendo cómo pude dejar de oír música. Pues la música nos hace sentirnos vivos. Doy gracias a toda esa gente que aportado algo a mi vida y que se han quedado prendados en sus canciones. 


Gente como mi profesor de fotografía Pablo tocando a los Dire Straits con su guitarra en clase, a Paco y Nirvana en las salidas nocturnas, aquel verano de REM y Anabel, Verónica y el Ultimo de la Fila en las noches de pueblo en pueblo, Yolanda y los Rage Against The Machine en el bareto de Granada saltando como locos. A Carlos y Metallica a todo trapo en su coche, Cesar y Queen en las tardes que pasábamos por su casa, Luis y La Polla Records en el walkman mientras patinábamos, a Charles y Pennywise destrozandonos las espinillas en la Plaza de Picasso. A mis padres en casa oyendo a Serrat. Las navidades en casa de Rebeca y EllaBaila Sola como fondo. Los scouts y Silvio Rodriguez a la luz de una hoguera en los montes del Ordesa, aquella partida al Chaos Overlord acompañada de Alan ParsonsProject la primera vez que subí a casa de Roberto. Llevando de cogorza a Patricia a su casa escuchando los Cranberries, los años de piso compartido con Silvia y Pearl Jam. La graduación de Yaisa acompañada de SherlyCrow. A Beth bailando por el pasillo Diana Krall, a Brigitta y su grupo DieIrrlichter, Bea y Los Rodríguez en los carnavales, a Bibi y los The Cure en la noches de rol en La Laguna, las tertulias nocturnas de Ingrid y Jeff Burckley, las quedadas musicales de Elisa y Tom Waits junto a Laura y su Indigo Swing, al coche de Grace en compañía del Chojin, a Ruth y U2, Marta y su pasión por Los Hombres G y mucha gente más que dejo fuera porque la lista es larguísima. A todos vosotros gracias por compartir parte del tiempo de vuestra vida y darme a conocer toda esta música que me acompañara siempre, haciendo que no os olvide nunca. Gracias a todos….

3 comentarios:

  1. Yo tenía un amigo que decía que unes a las personas con canciones y que eso es tan bueno como malo, porque cuando te alejas de esa persona y escuchas la música que lo relaciona no puedes evitar que surjan determinados sentimientos, a veces no muy positivos. Es una relación curiosa.

    Grandes grupos has citado por ahí, jeje. Y temazo el de Medina Azahara.

    bsito

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  2. Bueno depende de lo que suelas recordar. Por suerte para mi, mayoritariamente solo suelo recordar cosas positivas. Tiendo a olvidar las cosas negativas de los sucesos o las personas, solo me empeño en recordar mis meteduras de pata o errores, pero no los de los demás.
    Así que no úselo tener ese problema mi chica Hombres G :P

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  3. Yo que pensaba que os dejaría como legado grandes momentos coreanos.....todavía hay tiempo..XD Nachete , ¿ tú has retomado la bici o tienes un doble que va cual estrella fugaz con ella bajando por el conservatorio el martes??

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