Eufemismo.
(Del lat. euphemismus,
y este del gr. εὐφημισμός).
1. m. Manifestación
suave o decorosa de ideas cuya recta y franca expresión sería dura o
malsonante.
Por casualidades del
destino últimamente me cruzo con eufemismos por todos lados. Desde "Esto no es
un rescate" a "Tómatelo como unas vacaciones". Puede que simplemente este
más susceptible a ellos y me fije más por esto. Pero cada vez estoy más convencido
que el uso de eufemismos es una forma barata de justificación personal. Una
forma cobarde de justificarse individualmente sin atreverse a decir por su
propio nombre las decisiones o actos cometidos. Y es que las palabras tienen
mucho peso y fuerza para nosotros. Configuran de una manera muy importante
nuestra manera de ver, entender y reaccionar con el mundo que nos rodea. Mi muchas veces da miedo asumir nuestros propios actos. Hace
no mucho leía en La
Doctrina de Shock una reflexión sobre esto que no me había planteando
nunca. Siempre di por supuesto que EEUU durante su lucha contra los talibanes,
la guerra de Irak y todos los problemas de Guantánamo simplemente lo había
hecho por sus narices. Que como país con la suficiente potencia militar y
económica se imponían y listo, los demás a callar. Y resulta que no es así, que
realmente se buscaron una manera de justificar sus actos, quizás para que su
propio pueblo no se sintiera que estaban pisoteando de mala manera la Convención de Ginebra
o que su gobierno eran unos desalmados. Y aquí es donde entra la importancia de
las palabras y como el uso discriminado de los eufemismos puede hacer
justificable cualquier cosa desde un punto de visto de vista legal pero, desde
luego, aberrante desde el punto de vista moral. Resulta que a raíz de 11-S el
estado americano se saco de la manga una nueva figura legal conocida como
“Combatientes Enemigos” y no, por lo tanto, “Prisioneros de Guerra”. Por lo que
de esta manera no eran recogidos por la Convención de Ginebra. Además al
tratarse de una nueva figura no existe ningún reglamento, derechos o regulación
sobre ellos, dando por lo tanto carta blanca para hacer lo que se desee con
estos combatientes enemigos. Siento, por supuesto, totalmente legal dentro del
marco internacional. Es increíble como convertido una palabra conviertes la
tortura, la inflación de leyes y derechos en una Lucha contra el Terror. Es el eufemismo en estado puro y duro. Y lo
más curioso todo el mundo lo sabe y lo acepta, porque realmente me niego a creer
que la mayoría del mundo sea idiota y no vea claramente lo que realmente es. Simplemente
pasamos de ello, lo ignoramos y miramos a otro lado.
Siguiendo esta línea
de justificación cobarde y de llamar imbécil a receptor del mensaje esta semana
hemos vivido otro gran ejemplo de eufemismo llevado a la máximo potencia.
Lógicamente hablo del Rescate de España, disculpar que no es un rescate, es una
“Apertura de línea de crédito para los bancos”. Que es un préstamo no deseado,
con condiciones impuestas para ayudar la banca. Ya puestos a no-pedir y ver que
nos regalan 100.000 de millones ¿Por qué no ayudar al resto del país. Es decir
a la Educación, a la Sanidad, a la Minería, a los desahuciados, a 4.7 millones
de parados? ¿Qué más da pedir 100.000 o 200.000 millones más? Total ya, qué más
da. Pero no me voy a centrar en esto pues ya se han escrito ríos de tinta, si
es que aun se puede decir esto y no tenemos que decir ya ríos de bites. Desde
un tono humorístico como la Carta
de Angela Merkel, a visiones negativas de la medida como la de Stiglitz,
premio Nobel de Economía. O la ironía acida del secuestro de Carne
Cruda.
¿Por qué se empeñan en
negar lo evidente? ¿Por qué usar eufemismos para no llamar a las cosas por su
nombre? ¿Por qué insistir en llamar imbécil a la cara a los que escuchan?
¿Realmente piensan que no nos damos cuenta? Pero por otro lado si nos damos
cuenta ¿Por qué no reaccionamos? Si vamos a pasar de todo llame como se llame
¿Por qué usar eufemismos? Llamen las cosas por su nombre, sin problemas. A
España aún le queda mucho para que la conciencia colectiva reaccione. Pero históricamente
se ha demostrado que llegado al punto de inflexión si reaccionamos, y la verdad
bastante radicalmente. Quizás sea esa la razón por la que todos no dejan de
emplear eufemismos, alejar lo máximo posible ese punto de inflexión. O quizás en
el fondo de sus corazoncitos sienten aun algo de vergüenza ajena y no son
capaces de llamar a las cosas por su nombre. Sea como sea, en nuestra mano esta
no tolerar que nos llamen estúpidos a la cara, no tolerar que cobardemente se
escuden dulces eufemismos para diluir la responsabilidad o la cruda realidad de
sus actos. En nosotros esta en dar ese paso y no dejar de llamar a las cosas por
su nombre si queremos cambiarlas. Como dijo Federico Mayor Zaragoza "Ya esta bien de callarnos"
Muchacho ¿ tú no estabas de vacaciones? :P, es que estás como ilocalizable.
ResponderEliminar